Columna 07/08/10
Talles y liquidación
No sé si anduvieron dando vueltas por ahí con plata en los bolsillos, pero resulta que empezamos agosto y con ella… ¡¡la liquidación!!
Sería ilógico pensar que la mujer por ser tal, es fan de la ropa porque no es así. Sin embargo, estadísticamente somos muchas a las que nos gusta ir de compras ni bien podemos. Pero lamentablemente, no todas “podemos”. A veces no pasa por tener el nivel económico necesario como para adquirir cositas lindas, a veces pasa por algo que, en los medios, se viene denunciando desde hace mucho tiempo: la discriminación de talles.
En agosto la sufrimos más porque estamos en el último trayecto del invierno y desde que empezó el frío, la mayoría de las personas (no solo las mujeres) reducimos la actividad física entrando en una suerte de sedentarismo invernal (aunque debe haber algún que otro loco corriendo en la plaza a las 8 de la mañana con 3 grandos de términa). Todas nos achanchamos, y… las que tenemos esta maldita genética de tendencia a engordar… terminás indefectiblemente con algunos kilos de más.
La liquidación, para quien no sabe, se produce porque los locales ya no piden más mercadería de una temporada y bajan los precios para deshacerse del stock antes de cambiar de estación del año. En este caso, si le preguntás al vendedor cuándo le van a entrar los chupines de corderoy talle 48 (sí, dije 48) probablemente luego de reírse, te responderá que no le ingresa más mercadería.
Para las gorditas entre quienes (por ser el mes corriente me incluyo), la liquidación es la frustración emocional más indignante. Una està ahí, como quien se prepara al trote para empezar una carrera de velocidad ansiosa de cobrar el sueldo. Empieza el mes y ya empezás a ver carteles “¡sale! ¡sale! ¡liquidación otoño-iniverno!” y una como loca preguntando todos los días en el laburo “¿Cuándo era que cobrábamos?” Cobraste!!! Te vas corriendo a todos esos locales hermosos que viste con camperas de cuero a $250, y las bucaneras color suela a $150 cuando toda la temporada estuvieron $300. Los pantalones casicalza con cierres en los bolsillos que salían $230 en el shopping, hoy te hubieras podido llevar por $100 a no ser que SOLO LES QUEDA EN TALLE 24…. ¿a quién mierda le entra el talle 24? MI HERMANA TIENE 13 AÑOS, ME LLEVA UNA CABEZA, PESA 50 KILOS Y NO LE ENTRA EL TALLE 24!!!
Pedís el pantalón, e indignada le pedís el talle siguiente (que sabés que no te entra) para comprar… ¿saben cuánta diferencia hay? Medio centímetro. Un talle es medio centímetro. Entonces aquellas mujeres que no podemos entrar en una cinturita de 60, y tenemos 70… ponele… ¿son 20 talles más? No sé, pregunto... ¿por qué no me venden ropa de hombre también, ya que parece que es la única que les entra a las rellenitas? No, ni tampoco, porque a ellos AHORA les está pasando exactamente lo mismo.
¿Qué hacer? Bueno, te cuento que en enero de este año la nación sacó un artículo titulado “Se promulgó la ley de talles” Fue sancionada por la Legislatura porteña, hace poco más de un mes. Ayer, la ley de existencia de talles fue publicada en el Boletín Oficial de la ciudad y, según allí se establece, entrará en vigor a partir de los 180 días de su reglamentación.
Consultado por LA NACION sobre la obligatoriedad de contar en todos sus locales con talles del 36 al 50, como señala la ley, el dueño de la firma Jazmín Chebar, Claudio Drescher, opinó: "Comparto la preocupación en cuanto a que el consumidor no se sienta discriminado y encuentre ropa que le siente bien, pero así no es la manera. Mejor que obligar a que se fabriquen ocho talles, hoy deberían estar controlando que un 36 o un 38, por ejemplo, tengan las medidas corporales correctas, como sucede en el Mercado Común Europeo. Creo que la ley será cuestionada jurídicamente por el sector, al cual deberían invitar a participar para su discusión y modificación", concluyó el empresario.
El problema reside, como les acabo de mencionar en dos puntos: 1º) que la argentinada consiste en confeccionar los 8 talles que exige la ley, pero la diferencia entre los mismos en una reducción de costos es la mencionada: medio centímetro. 2º) en liquidación no se puede exigir que tengan talle, porque se supone que al comerciante le entraron todos los talles pero como está liquidando ya lo vendió y no se lo puede obligar a volver a comprar mercadería fuera de temporada. Es decisión del comerciante si te lo consigue o no.
Todos sabemos que el sobrepeso, y su situación agravada: la obesidad, tienen, además de una repercusión estética que actúa de factor para conflictos emocionales y desordenes alimenticios, es una enfermedad real que afecta a la salud además del aparato psíquico. ¿Cómo piensan que se siente una mujer que trabaja, se gana su dinero, quiere darse un gusto para ELLA verse más bonita y comprarse ropa… y encontrar en que Argentina, por más dinero que tenga, no puede dárselo?
Para los que no sabían, Argentina es el país latinoamericano con el índice de obesidad más alto, pero la hipocresía de las marcas y los usureros, siguen jugando a los modelos… sin importarles cómo sube el número de gente en ALCO, ALUBA, y muchos centros médicos que tratan desórdenes en la alimentación. No se piensen que esta argentinada es inocente y hasta chistosa. Muchas frustraciones que llevan al desorden psíquico… comienzan en los locales de ropa.