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Dado que no todos pueden escuchar mi columna en De Ninguna Manera, aquí les dejo la de este sábado, claramente insipirada en aquel mítico blog Manual del Buen Hueso, que por vaya uno a saber por qué, sus autores dejaron de actualizarlo...

Esta es la propuesta: Buscar un Hueso para hacer cucharita en el invierno.

Columna 17/04/2010

Cuchara para el invierno.

Bueno muchachas, llegó el frío. Espero que a esta altura del programa hayan aprendido y aplicado  por lo menos un 70% de las tácticas… ¿o no? Repasemos: No decirle que sí tan fácil, hacer el llamado sorpresa, borrarse el finde, atacar mediante el facebook de manera muy sutil, volverlo loco cambiándole de tema, generando misterio, etc.

Bueno… entonces debo suponer que ya están con una presa en la mano.

Les cuento mujeres mías, que a esta altura del año y con las temperaturas tan bajas, necesitamos asegurarnos durante por lo menos el invierno, un BUEN HUESO. Es muy simple la consigna: de abril a septiembre vamos a tener una nueva relación… ¡GUARDA! ¡NO TE ASUSTES CON EL NOMBRE! No estamos hablando de noviazgo ni nada por el estilo, simplemente que durante el frío es lindo tener a alguien que nos mime y nos apapache. Y eso, muchachas, es perfectamente conseguible sin necesidad de entrar en el terreno del noviazgo.

El medio para manetener un galán de invierno es, en realidad, bastante menos complicado que todas las tácticas mencionadas para conseguirlo y se hace de la siguiente manera:

• Expresión “media” de sentimientos: Ni frígida ni cargosa, medite. La MESURA es una de las principales artimañas que tiene una mujer inteligente para seducir, saber encontrar el “punto justo”. Esta es una cualidad valorada históricamente, Aristóteles la llamaba “Virtud de la templanza”. Bueno, simplemente prendé el termómetro de cariño y mantenelo a 25ºC… ¿entendes?
• Detectar necesidades: No estamos tratando con el robot sexual de Inteligencia Artificial. Un hombre, es también un ser humano con sentimientos… y  a veces puede convertirse en un enorme saco de demanadas. Tener mesura en esta instancia también es importante. Las demandas constantes nos desgastan, y queremos que este señor nos dure hasta septiembre… ¿qué hacer? Bueno… la respuesta es…
• Cubrir las necesidades al 60 o 70%: De esta manera, vas a evitar 1º que se enamore (ES IMPORTANTÍSIMO QUE SI NO TE QUERES ENAMORAR, TAMPOCO LO ENAMORES A ÉL) los hombres… sufren, sobre todo cuando se topan con especímenes femeninos incomprensibles para su básico intelecto. Y 2º, vas a obtener el tan deseado feedback. Si uno detecta y satisface las necesidades del otro, se produce una relación simbiótica en la que es muy agradable estar, por eso, es necesario que cada tanto hagas un… 
• Balance de la relación: ¿Dónde estamos? ¿Qué quiero yo? ¿Qué quiere él? ¿Me da lo que necesito? A partir del momento en el cual el balance comienza a dar negativo, suena la sirena y huímos. Se da por terminada la relación a partir del momento en que se detecta un funcionamiento trunco o forzado. Por lo general no pasa. Usualmente como no hay sentimientos fuertes involucrados, ni intenciones de formalizar, se suelen pasar por algo muchas actitudes y baja el nivel de reclamos que tranquilamente podrían existir en un noviazgo. Sin embargo, el balance es útil para que te resguardes, y estés precavida, tanteándo no enamorarte, y tampoco que se enamore él. Nunca bajes la guardia.

De todas maneras, hay un riesgo inminente y que vengo recalcando… guarda con engancharse. Las mujeres solemos tener mayor facilidad que los hombres para engancharnos, pero ellos también lo hacen. Guarda con eso, y para no terminar de novia te sugiero que evites ciertos círculos aunque él te lo pida: Hermanos, Primos, Amigos, Compañeros y sobre todo… ¡Padres! Es INDISPENSABLE que huyas a la presentación en sociedad. Si él tiene intencions de ir enserio, lo más factible es que intente un encuentro casual con alguno de los círculos mencionados… asique ¡antenas paradas para detectar este tipo de intenciones! Lo más grave es que conocer a la Familia y los Amigos más cercanos, después… del resto se puede safar más fácilmente.

Por último, ¿cómo es un buen hueso? Bueno… el buen hueso es un flaco que resuelve, que tiene iniciativa, que viene con dinamismo y varias propuestas, que pregunta con un plan: Por ejemplo, no te pasa a  buscar y te dice “¿a dónde querés ir?” ¡NO!, el galán de turno te dice 1º “Estás hermosa”, 2º “Querés ir a TalLado o TalOtro” con propuesta firme, y claro… si no te gustan sus planes, él deberá aceptar sin chistar cualquier contraoferta de tu parte.  Así que buscamos alguien con buena actitud de caballero, alguien cuya mamá haya visto muchas novelas de Gabriel Corrado y sepa actuar como galán de novela. Y en cuanto a lo material… es un hueso. Siempre le va a faltar 5 para el peso. Tratá de que le falte eso, y no 50 centavos. Fiajte en:

·       La cara: Que te guste, mirar con cara de tierna a un feo puede ser bastante difícil.

·       Músculos: Aaaaaalgo de músculo tiene que tener, vas a necesitar su fuerza en algún momento… jeje.

·       Un trabajo: Para que te pueda invitar a salir sin problemas de dinero. (CHICAS, EL TELO 50-50 ES LA MENTIRA MÁS GRANDE QUE HAY, NO CAIGAN)

·        Un auto: Cualquiera, cuanto menos llame la atención mejor (no queremos que ande saltando de cama en cama con cualquier butaquera que se le cruce por ahí) Y además, para cuando te llama un miércoles a las 3am y no da que te tomes un bondi.

·       Departamento: El buen hueso, el ideal, tiene departamento propio, o vive solo por X motivo… pero no es condición necesaria como tampoco el auto.

·       Celular: Y no solo celular, sino que también CRÉDITO y BATERIA, si anda con el cargador en la mochila es un genio. Acordate que el hueso, SIEMPRE te tiene que atender el celular, sino no sirve.

Bueno, espero que hayan entendido. Cuando encuentren un buen candidato más o menos lindo, con trabajo, auto, músculos, excelente actitud y buen humor, para mantenerlo hay que detectar sus necesidades, cubrirlas al 60 o 70%, expresar medianamente tus sentimientos, y hacer un balance casi diario sobre cómo van las cosas, para evitar noviazgos y enganches innecesarios.

Apuntes tomados, lección aprendida… ¡y a cucharear!