Amistad entre mujeres


No sé ustedes, pero yo ya me cansé de escuchar en la radio que hablan de “la amistad entre el hombre y la mujer ¿existe?”, todos sabemos que es posible luego de una buena descarga de tensión sexual o por la inexistencia de la misma. Se preguntarán por qué me resulta tan sencillo y puedo reducir la complejidad del tema en una oración: bueno, si una de las dos partes es simple, el problema es la mitad de complicado. Cuando se trata de “amistad”, los hombres tienen una entereza y sencillez absolutamente envidiable. Distinto ocurre, cuando esa relación de amistad está integrada por dos minas. Ahí te quiero ver.

Me cansé de vanagloriarme de la complejidad del ser humano femenino, hoy me toca sincerarme un tantito y confesar: las mujeres somos pésimas amigas. Quiero que todas utilicen una visión retrospectiva y me digan con una mano en el corazón: ¿quién no envidió la suerte de una amiga? La envidia es clásica a la hora de tener amigas, debe ser por eso que es tan común ver a las mujeres con una cintita roja en la muñeca izquierda. Todas, en algún momento, aceptábamos racionalmente cuánto se merecía nuestra amiga del alma ese maravilloso hombre, ese perfecto trabajo, ese increíble sueldo, esas brillantes notas, y ni qué hablar cuando tu amiga tiene todo lo mencionado y más… en el fondo, muuuuy en el fondo, querés que le vaya mal, aunque solo lo confieses en terapia.

 Pero ¿por qué somos envidiosas? Fácil, porque las mujeres somos competitivas. La competencia tiene muchísimo que ver con la envidia, es una carrera implícita para ver a quién le va mejor. No por nada en las series yankees te muestran esos graciosísimos encuentros de “clase 1985” y todas las egresadas con críos y casadas, tratan de lucir al mejor marido, la mejor familia, y mostrarse aún jóvenes, bellas, y de excelente desarrollo profesional. Y todas compiten, porque a la que no le interesa la estética, y se considera hiperbohemia y cero capitalista… le va a picar el bicho de la intelectualidad, y lo único más sanguinario que dos modelos compitiendo por una apertura de Giordano, son dos universitarias concursando por un lugar en la Cátedra. ¡¡LO JURO!!.
 Claro que si le miramos el lado amable, ser competitiva nos puede llevar muy lejos, puede accionar de factor motivador para hacer grandes cosas y progresar. Sin embargo, cuando después del esfuerzo una mira celosísima los resultados de la otra, la caída del autoestima y las ganas de ahorcarla son inevitables. Claro que no me lo vas a reconocer, claro que hasta a vos misma te va a costar reconocértelo, pero no es necesario que lo digas en voz alta, solo pensalo. Aunque debe ser complicado pedirte que NO LO DIGAS EN VOZ ALTA… ¡porque las mujeres son chusmas! El chusmerío es el factor nº1 del desgaste de la amistad entre minas. Si una amiga le cuenta a la otra un hipersecreto diciéndole explícitamente que “no se lo cuente a nadie”, tiene el 99,9% de seguridad que dos amigas más ya se están enterando. Y si llegara el caso de obligarla a jurar que no lo va a decir, obtiene el 100%.  Yo no sé por qué hijaputez psicológica pasa esto, solo sé que ¡pasa siempre! Por más amigahermanadelalma que seas, ninguna mina tiene la capacidad de guardar un secreto.

 Me saco el sombrero ante la amistad masculina. Los tipos con los camaradas son de fierro, incondicionales, inquebrantables, no chusmean, se felicitan con sinceridad, se ayudan… todo lo que no son capaces de hacer como pareja, lo hacen de lujo como amigos.
Después vienen demás cuestiones que van a variar de persona a persona y en definitiva te va a delatar qué tan buena persona sos. Porque depende de hasta dónde llega tu envidia, si le deseas concientemente el mal a tu amiga, si la competencia te lleva a pasarla por arriba, y si con el chusmerío le terminás arruinando la relación/carrera/vida, etc. SOS UNA AUTENTICA MIERDA DE PERSONA. 
Las mujeres como amigas somos: envidiosas, competitivas y muy chusmas. Ponele la firma, pero sabés qué… ¡nunca te vas a reir tanto como escuchando una conversación de minas!

Asi que chicas… apuntes tomados, lección aprendida ¡y a matarse de risa!


Nota: Esta columna podés escucharla en el programa ya emitido del 21/08/2010. Descargá el archivo en De Ninguna Manera, en la sección de PODCAST (si no encontrás el programa, escribinos a deningunamanera.oeste@gmail.com

Escuchá una nueva columna este sábado 27/08 a las 18hs por FM OESTE 106.9Mhz o www.fmoeste.com.ar 


5 Títeres y titiriteras:

Lila Biscia dijo...

Ay, no puedo evitarlo, tengo que decirlo: AMO A MIS AMIGAS!
Sí, absolutamente creo en la amistad entre mujeres. Mis amigas son de las mejores cosas que tengo, son quienes siempre estan y para quienes yo siempre estoy.
En sus momentos felices y en sus momentos tristes.
Creo que la amistad entre mujeres es de entrega total y honestamente, me hace tan feliz que asi sea!

Beso.

Desencantada dijo...

No, no, buenísimo, me cagué de risa. Es verdad, qué difícil admitirlo, la envidia es una mierda. Siempreeee es un alivio cuando una amiga tiene algún problema, te hace sentir mejor. Y guardar un secreto es posible pero tiene fecha de vencimiento también. Me mató lo de que los hombres hacen de diez como amigos lo que no hacen como pareja. Saludoss!

LaGranDiosa dijo...

Justo me puse a hablar con una vecina sobre eso hoy...y es totalmente cierto. Por eso estoy feliz de ir a la facultad con todos hombres! Lo mejor que me pudo pasar!!

LaGranDiosa dijo...

Justo me puse a hablar con una vecina sobre eso hoy...y es totalmente cierto. Por eso estoy feliz de ir a la facultad con todos hombres! Lo mejor que me pudo pasar!!

La solitaria dijo...

Che pero yo re quiero a mis amigas! Mucho!