¿Dejarse o no dejarse querer?

Gatas floras. Siempre sostuve que hay más gatas floras que unidades femeninas pero... conociendo la situación ¿por qué no podemos revertirla? ¿por qué no podemos sincronizar nuestras propias actitudes bajo otro código? Cuando aparece alguien que se presenta como el único ser humano masculino con las solas intenciones de hacernos felices... ¿por qué no le creemos y huímos en dirección contraria?

Creo que la respuesta está en que siempre salimos lastimadas cuando apostamos. Porque apostamos y seguimos perdiendo. Porque la vida nos ha sometido a experiencias que nos volvieron engrendos desconfiados y extremadamente cautelosos pero... ¿acaso fuimos cegadas por el sufrimiento? ¿estamos dispuestas a meter a todos los hombres en la misma bolsa?

Sí, yo, justo yo, la titiritera de hombres que los observa, analiza y clasifica en los primeros 2 minutos de conocerlos... yo reconozco que puedo equivocarme... solo que hasta ahora no lo he hecho ¿o sí?

A veces me planteo si haber dejado ir a El Caballero fue uno de los peores errores de mi vida. No le dí oportunidad de convertirse en mi Príncipe Azul, y no le pude comprobar irregularidad alguna simplemente porque no las había, entonces ¿por qué lo corrí a escobazos como si en lugar del príncipe se me hubiera presentado el sapo? Pero ante el desamor y la indiferencia, reacciona como lo hace la mayoría: perseverando.

Entonces... dado que hace frío y estoy empezando a creer que estoy frente a una especie nueva y evolucionada... creo que me dejaré querer, porque pienso que me lo merezco, y porque detrás de todos los hilos... la titiritera también sabe hacer feliz a un hombre, sobre todo porque no se le puede negar a la experiencia... que además de hacerme sufrir, me ha enseñado a amar.

Naty.