La historia sin fin ¿?

Vuelve el perro arrepentido, con el rabo entre las patas...

Yo pensé, y hasta lo dije en radio, que una podía ahuyentar a los ex siendo una misma, en otra etapa. Es decir, si una luego de la separación, logró patear los pedacitos del corazón roto, juntar fuerzas y reinventarse, en la actualidad mostrarse como tal cual es, debería ser un factor que escarmiente a quien estaba acostumbrado a conocernos con determinada forma. Pero por lo visto, no es así del todo.
Logré, conseguí, sé, y acepté, que Esteban y la nueva Natalia, jamás podrán volver a estar juntos, aunque él tire el chiste de "en diez años vos tendrás tu familia y yo la mía, pero vamos a ser amantes", el hombre que fue Tu Primer Hombre, y tiene los problemas psicológicos de mi ex, jamás podrá volver a tocarte un pelo sabiendo que ya no es el ÚNICO  (bien lejitos de eso). Entonces, haberle dado rienda suelta a mi femeneidad y mis deseos, fue la carta que al principio pensé que me había jugado en contra, sin embargo hoy fue la misma que logró despegarme para siempre de una persona que me anclaba, que no me quería ver crecer y definitivamente, buscaba que encaje a la fuerza en un molde que jamás estuvo hecho para mí.
Tal vez Esteban cuando me conoció me vio de sano espíritu, pero dócil personalidad. Pensó que, de esa niña con 17 años, virgen y colegial, iba a poder hacer una Mujer acorde a sus necesidades y deseos. Que me iba a poder criar y educar como a él le gustaba. Tal vez cuando ambas personalidades se fortalecieron, cuando ambos crecimos, y chocamos, cuando uno se terminó convirtiéndose en el monstruo del otro... no tuvo en cuenta que soltarme la mano iba a implicar liberarme. Dejarme en libertad, fue exactamente eso: LIBERARME. Y ser la mujer que siempre quise ser, agradeciendo algunos accidentes como el cambio de look (recordemos que llevaba un estilo hippe y comunista antes de Esteban), pero sufriendo estragos como la perdida de amistades valiosas, lazos familiares, etc. Amor como el que sentí por él, fue único. Nunca más lo voy a volver a sentir, ni quiero. Era Ágape. El Amor que Devora. Y eso fue lo que hizo, me devoró, me mutiló, me arrancó lo que más quería y llenaba luego los espacios vacíos con su presencia, tapando los huecos con amor fugaz, que luego se extinguía tras una discucion encarnizada, o indiferencia, o abandono. ¿Por qué sentía abandono constantemente? ¿Por qué se alejaba? Ahora entiendo. Lo asfixiaba. Eran tantos los agujeros que nuestra relación iba dejando en MI vida personal, que dejé de entender que una pareja está formada por dos individuos, y nos fusioné. Empecé a dejar de vivir, para vivir para él pero no incondicionalmente, sino exigiéndole que haga lo mismo. 24hs dependiendo de su atención, y su paciencia hecha trizas producto de mis reclamos constantes. Yo necesitaba llenar esos huecos con su presencia, para seguir viviendo. Mi vida como individuo estaba destruída, solo me quedaba la pareja, y a ella me había abocado.

Una porquería, lo sé. Pero fuerte. Nadie puede negar que ese amor fue fuerte, intenso, de una gravedad cancerígena. Y hoy, hoy ese fuego cuesta extinguirlo. Para esta fecha pero del año pasado (2009), estabamos planeando las vacaciones juntos. Las peores vacaciones en la vida de ambos. Vacaciones que le pusieron punto final a la relación. Pero... ¿por qué a casi 1 año de la ruptura seguimos necesitando el contacto? Hablamos casi a diario, nos puteamos y nos decimos cosas lindas. Nos extrañamos. Nos detestamos. Necesitamos vernos. Y no queremos vernos ni en figurita. Sigue siendo el hombre más hermoso del mundo, sigue teniendo la sonrisa irresistible, la mirada más profunda, los ojos rasgados, y la voz.... la voz que estremece el cuerpo de cualquier mujer heterosexual.

Seguimos hablando señores. Esteban  y yo seguimos en contacto ¿hasta cuándo? No lo sé. Pero como les dije, es un amor que no quiero volver a sentir. A veces apagar el fuego lleva tiempo. Me dirás ¿por qué no cortás de raíz? Y yo te respondo... porque sinceramente, no conozco la ubicación de la misma, no sé dónde empieza esa raíz. Se ha convertido en un sentimiento infinito, sin momento cero, sin puntas. Cuando quise cortar la raíz, solo rompí la punta de un iceberg. Mi personalidad es el veneno que mata el sentimiento, trabajaremos en ella para seguir desintegrando la raíz, ya que cortarla... no sirve sino para que crezca más fuerte.

Sigo pensando que para ahuyentar al ex hay que reinventarse a piachere de una, en oposición a los deseos de él. Pero sumo un descubrimiento: No sirve cortar de raíz, es un proceso que demanda paciencia. El que quiere celeste, que le cueste.


PD: Con todo esto adentro. Hice lo que tenía que hacer. El Caballero y yo TERMINAMOS.


Natalia Inés Ruiz.

6 Títeres y titiriteras:

La Fox dijo...

GU-GU-GU-GUAT?????

Alejandro Posse dijo...

Si queres cortar el problema de raiz, es sencillo.

Apenas te llama, atendes normalmente el telefono y le decis, textualmente " ESCUCHAME REVERENDO HIJO DE REMIL PUTA, NO TE QUIERO EN MI VIDA, NO ME VUELVAS A ROMPER LAS PELOTAS, NO ME JODAS, NO ME LLAMES, NO ME BUSQUES, HACE DE CUENTA COMO QUE ME ME MORI, POR QUE VOS PARA NO EXISTIS, ESCUCHASTE SORETE.

y SI ATRAVEZ ACERCARTEME EN PUBLICO, TE VUELVO LOS DIENTES"

La solitaria dijo...

He vuelto! Me voy a poner al día con tus post... cómo va todo?? Me perdí mucho, no?

Anónimo dijo...

SIEMPRE se vuelve al primer amor, suerte con Esteban!!!

Simplemente YO dijo...

Te deje un regalito en mi blog!!

Ufi... dijo...

Una mujer debe hacer lo que la haga feliz... y el celeste no cuesta, en serio! simplemente se debe mezclar azul y blanco... lo que cuesta es animarse a hacer celeste!
en fin, yo webbeando x aca leyendo post viejos!
adioses!
nos leemos!
La Niña Del Paraguas Rojo!